viernes, 9 de noviembre de 2007

Manejo de Crisis.

Al Plan de Comunicación de Crisis a menudo se le atribuyen requisitos propios de la Administración de Crisis, de la cual forma parte junto a otros planes operativos específicos.
Existen razones para tal confusión, las cuales es necesario distinguir para una mejor comprensión, no sólo en beneficio de las acciones ante una crisis, sino que del rol de la comunicación empresarial e institucional.
El primer motivo podría ser que el objetivo general del Plan de Comunicación de Crisis es exactamente el mismo que el de la Administración de Crisis: recuperar la normalidad de las operaciones propias de la empresa o institución, al más breve plazo posible, con el fin de asegurar la continuidad de las actividades, resguardando el patrimonio de imagen corporativa y reputación de la organización.
Otra razón que podría fundar la confusión, es el hecho que el Plan de Comunicación se activa casi simultáneamente con la constitución del Equipo de Administración de Crisis y, también, es el último plan que se desmoviliza, lo que ocurre incluso mucho tiempo después que la empresa o institución da por cerrada la crisis.
De este modo, el Plan de Comunicación de Crisis se transforma en una especie de capullo que cobija a la empresa o institución en la adversidad, sin ser el principal generador de las decisiones. Y esto, porque es el único Plan que engloba a todos los demás y se transforma en la plataforma de la "cara visible" tanto interna como externamente, asignándosele un protagonismo superior que a la larga sólo confunde.
Esta propiedad, por llamarla de algún modo, radica en la transversalidad de la gestión comunicacional en cualquier cuerpo vivo, biológico o social. Esta característica, frecuentemente, presenta al responsable de las comunicaciones como "hacedor" de los mismos hechos que está encargado de difundir. Algo similar ocurre con el Plan de Comunicación de Crisis.
Al "estresar" una situación, poniéndola en estado de crisis, bajo cualquier punto de vista, se le resalta a las comunicaciones el valor que siempre tienen en la comprensión, coordinación y transmisión de instrucciones y órdenes. La claridad de ideas es primordial en cualquiera de los planes que componen la Administración de Crisis. Y eso es calidad de las relaciones. Es comunicación.
Tal es la confusión, en un disturbio, que muchas veces se sugiere que las crisis se administran a través del Plan de Comunicación. Sin embargo, técnicamente no es posible emprender dicha aventura. Un buen Plan de Comunicación de Crisis, requiere de una "nave madre": el Plan de Administración de Crisis.
El Plan de Comunicación sólo adquiere peso específico operacional en el contexto de una administración de crisis. De otro modo, el equipo comunicador deberá ser revestido de condiciones de omnipresencia imposibles. Se verá al "equipo comunicador" apagando llamas, dispersando derrames, enfrentado a grupos de personas, atendiendo heridos, consolando víctimas, etc., lo que en sí mismo no es censurable, pero que indudablemente no garantiza una gestión eficiente del aspecto esencial: la comunicación.

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